El Comercio Electrónico es una práctica utilizada cada vez más en las empresas. Para el buen uso del Comercio Electrónico debemos basarnos en principios fundamentales para regular esta actividad: El primero de estos es la Seriedad, que es fundamental para crear el lazo entre el cliente y la empresa. La Transparencia significa no ocultar nada que el cliente deba saber y ayuda a generar confianza en el comercio electrónico.
Con la Privacidad se debe ofrecer una reserva no solamente en las transacciones sino también en los clientes y sus datos personales. El comercio electrónico es cualquier actividad de intercambio comercial en la que las órdenes de compra y venta y pagos se realizan a través de un medio electrónico, los cuales incluyen servicios financieros y bancarios suministrados por Internet. El comercio electrónico es la venta a distancia aprovechando las grandes ventajas que proporcionan las nuevas tecnologías de la información, como la ampliación de la oferta, la interactividad y la inmediatez de la compra, con la particularidad que se puede comprar y vender a quién se quiera, y, dónde y cuándo se quiera.
Es toda forma de transacción comercial o intercambio de información, mediante el uso de Nueva Tecnología de Comunicación entre empresas, consumidores y administración pública. El enorme auge que ha tenido el comercio electrónico obliga a los comerciantes a replantear varios aspectos del comercio tradicional, con el propósito de impulsar sus ventas y de atender nuevos mercados, Conscientes del crecimiento del comercio y de la necesidad de unificar y armonizar las normas que rigen el comercio.